MÓDULO 1: DEL TODO A LAS PARTES.
.png)
Al ingresar al primer grado los niños tendrán siete años o estarán próximos a cumplirlos, esto marca el inicio de una nueva etapa, han dejado atrás la etapa del hogar y del jardín de niños y están listos para el aprendizaje formal. El tránsito de etapa en etapa, que en la Pedagogía Waldorf comprenden ciclos de siete años, es paulatino, los niños poco a poco se adentrarán en el mundo del conocimiento y su capacidad para comprender el mundo se irá transformando.
Es por eso que el primer grado ofrece un tránsito suave respondiendo al momento en el que se encuentra el niño, por un lado está todavía ligado al movimiento, y la imitación es una fuerza necesaria para aprender, pero por otro lado las fuerzas vitales que anteriormente estaban abocadas al crecimiento físico, ahora se dirigirán hacia la cabeza permitiendo al niño la generación de imágenes y la posibilidad de evocar recuerdos, el cambio de dientes marca el inicio de esta etapa, a partir de estas características el currículo de primer grado permite que esta transición se lleve a cabo de una manera muy natural, evitando fatigar la joven alma del niño con procesos intelectuales y fríos.
El niño de primer grado no tiene una clara conciencia del mundo, todavía vive inmerso en él concibiéndose como parte de un todo, no hay separación, es uno con el mundo y es así como presentamos los contenidos yendo de lo general a lo particular, brindando la imagen que el niño necesita.
Otra particularidad de esta nueva etapa es que ahora las vivencias de los niños se desarrollarán bajo el ritmo de la circulación y la respiración; estos sistemas se estarán fortaleciendo y madurando durante este septenio, es por eso que es de suma importancia que el conocimiento se desarrolle de manera rítmica, es necesario acompañar al niño a entrar y comprender el ritmo del año, a través de la vivencia de las estaciones y de las fiestas que celebraremos en cada una, también ofrecemos una enseñanza organizada en bloques del contenido académico que se suceden uno a otro y que tienen una duración de cuatro semanas, también es indispensable que cada una de las clases que reciben tenga esa estructura rítmica, donde se alternen momentos de inhalación y momentos de exhalación, permitiendo al niño una sana respiración, además de recurrir a rimas, ritmos y compases para apoyar el desarrollo de dichos sistemas.
La enseñanza en el primer grado atenderá a la forma a la que el niño aprende a esta edad, la nueva capacidad de generar imágenes tendrá que ser nutrida, por tanto ofreceremos al niño el contenido de las diferentes materias a través de historias que le permitan el desarrollo de imágenes ricas en fantasía, el material adecuado son las historias de la naturaleza y los cuentos de hadas. A través de las historias de la naturaleza el maestro buscará que el niño se vincule con el mundo natural y pueda comprender de forma imaginativa cómo funciona, ubicándose en este momento en su entorno próximo. Los cuentos de hadas le presentarán al niño una imagen arquetípica del ser humano, mostrándole los retos y las experiencias por las que tenemos que atravesar para poder desarrollarnos, siendo el rey en los cuentos, por ejemplo, la imagen arquetípica de cada Yo humano representando nuestra esencia espiritual.
